lunes, 27 de enero de 2014

Dije que no volvería a escribir. Me dije a mí misma "Sara, escribiendo sólo consigues mantener vivo el recuerdo, y hay que avanzar y enterrar el pasado." Pero no me siento capaz de avanzar. Siento que me pierdo algo. Siento que tengo que volver a mirar atrás. Y será de otra manera; ya sé lo que hay, y después de cinco meses una se conciencia.
Nunca se lo he dicho a nadie, y creo que todos piensan lo contrario, pero no me gusta estar sola. Me muero porque alguien me cuide. Puede que sea demasiado libre y haya nacido así, pero necesito a alguien tan libre como yo y que me haga sentir bien, pudiendo ser libres juntos. Necesito, después de veinte años intentando convencerme inútilmente de que es mejor estar sola, alguien que me anime en silencio a ser yo misma. Que esté sonriendo mientras esté con él. Que me impulse a hacer arte. Que me inspire. ¿Y qué es lo que más me inspira? La música.
Siendo el arte más directo, llegando desde el oído al corazón como un relámpago, provoca una pulsión espontánea que te hace mover el lápiz y te hace crear cosas fantásticas. La música, para mí, es la primera descarga de arte en todo el proceso de creación, siendo así la piedra angular y el catalizador de la parte derecha de mi cerebro.
Mezclando los dos factores anteriores, mi conclusión es que necesito a alguien que sea música.
Y lo encontré.
Por desgracia es imposible (o improbable, quitémosle dramatismo) que estemos juntos, por lo que solo podría inspirarme una pequeña parte del tiempo. Y para mí no es suficiente. Necesito su presencia. Puedo recrearle en las canciones que publica y bueno, no está mal. Pero quiero exclusividad. Y le quiero a él en la misma habitación. Siento que tengo que devorarle todo lo que ofrece y desprende. Y no todo el mundo puede ver eso.
Es difícil hablar de esto con gente que no ve lo que yo veo, ya que no pueden apreciarlo. Creen que pierdo el tiempo y que sufro por alguien que no me merece. Y no es para nada así. La gente no puede juzgar a quien merezco y quién me merece cuando no saben quien es ese quién. Cuando no consiguen ver lo que yo veo.
Yo quiero luchar por ello, y nadie me anima. No voy a jurarle amor eterno, ya que no soy así. Pero voy a intentar exprimirle al máximo, sacarle todo su jugo musical, y bebérmelo. Creo que me hará avanzar como artista y me hará aprender mil cosas, y dejaré de sentirme sola. Al menos hasta que me vaya.
Otro punto a indagar es el hecho de que me vaya. No me queda mucho tiempo aquí. Y tengo que aprovecharlo, ¿no?